9 de marzo de 2013

Unidad y compromiso para terminar con la precarización y recuperar el sindicato

Llamamiento del Colectivo de Trabajadores de Prensa (CTP)


La realidad del gremio de prensa cambió muchísimo en tres años. En prensa escrita estamos por entrar en nuestra segunda paritaria, toda una novedad en la vida de quienes trabajamos en empresas periodísticas. Si bien los trabajadores de prensa hemos dado pasos muy importantes en estos tiempos, sabemos que va a ser difícil arrancarle un acuerdo a las patronales de la Asociación de Editores de Buenos Aires y a la recientemente creada Asociación Federal de Editores de Argentina, cuando Clarín no aceptó todavía aplicar la paritaria anterior y hay problemas para hacerla cumplir en Perfil, La Nación y otros medios.

Desde el Colectivo de Trabajadores de Prensa queremos posicionarnos públicamente ante todas las compañeras y compañeros en las redacciones y ante quienes estén interesados en saber qué piensa un sector del gremio periodístico ante la situación actual, donde se habla mucho del periodismo y la libertad de expresión, de los medios y del gobierno, mientras tanto las patronales oficialistas como las opositoras buscan explotarnos cada vez más. La ausencia de la conducción de la UTPBA cuando nos toca luchar contra empresarios inescrupulosos y hacer valer nuestros derechos es algo que nadie que haya atravesado un conflicto en los últimos años desconoce. A la hora de organizarnos y luchar por nuestras paritarias, para lo que ya nos estamos preparando, volvemos a encontrarnos con la grave falencia de no tener dirigentes que se pongan a la cabeza de los trabajadores para reclamar lo que es justo.

En estas paritarias, tenemos que salir a pelear por un aumento digno, cuyo monto deberá surgir de las asambleas, porque se cumplan los derechos de los trabajadores de sitios de Internet, por los administrativos, por los colaboradores y por la democracia sindical y el cumplimiento de los acuerdos en todos los medios. Pero va a seguir faltándonos el sindicato, por eso tenemos que recuperarlo para los trabajadores para que funcione en base a plenarios de delegados, con democracia y participación de las bases.


La experiencia de Crítica y el Frente de Unidad

Las últimas elecciones de la UTPBA nos encontraron codo a codo, en plena lucha contra el cierre del diario Crítica y redescubriendo lazos de solidaridad que parecían dormidos entre los trabajadores de los medios de Buenos Aires. La redacción tomada de la calle Maipú, donde un centenar de trabajadores resistió el cierre durante cuatro meses con el apoyo de cientos de compañeros y compañeras, fue donde se autoconvocó el plenario de delegados de prensa escrita que la conducción del sindicato se negaba a reunir. También confluyeron allí antiguos referentes del gremio con jóvenes que nunca habían participado de una acción colectiva en defensa de sus derechos. Fue así como el espíritu del 20 de diciembre de 2001 entró a las redacciones, empezamos a revertir el individualismo que se había impuesto en los ’90, aprendimos que si nos pensamos colectivamente y nos unimos podemos ganar las luchas. Así, le perdimos el miedo a empresarios explotadores y a sindicalistas abandónicos.

De ese impulso nació en 2010 el Frente de Unidad opositor a la camarilla de Daniel Das Neves, Juan Carlos Caamañoy Lidia Fagale, que igual permanecieron en la conducción gracias a un padrón amañado e ilegalmente oculto y a una aceitada maquinaria autoconservadora que incluía afiliaciones truchas y una Junta Electoral fraudulenta. Construimos un frente de los delegados y los activistas, liderado por el gran Osvaldo Bayer, y aunque no pudimos contra la trampa electoral, llegamos a más compañeros que vieron que es necesario y posible sacar a estos burócratas de los sillones a los que están atornillados para abrir el sindicato a los trabajadores.

Cuando se eligió esa Junta Electoral ilegítima, los trabajadores que la conducción había abandonado entramos al microestadio de Atlanta con un reclamo que parecía elemental para cualquier gremio: paritarias generales. Dos años después, y tras 37 años sin paritarias, logramos un histórico acuerdo para la rama que fijó nuevos pisos convencionales y conquistó una recomposición salarial que sirvió como base para todos los diarios y agencias, a lo que deben sumarse ahora portales y revistas, que también son prensa escrita.

 

Triunfos y tareas pendientes

No fue una tarea fácil. Con los compañeros delegados de distintas agrupaciones opositoras y compañeros independientes, desde las redacciones y las calles, organizamos distintas medidas de lucha. Entre todos hicimos paros, aplausos en las redacciones, quites de firmas, actos, movilizaciones y denuncias de todo tipo. Todas bajo el signo de la unidad. Así, construyendo desde abajo, logramos poner de pie comisiones internas en medios donde las patronales las prohibían ilegalmente amedrentando a su personal, como los diarios Clarín y Olé y el portal infobae.com. Levantamos además el reclamo de los compañeros precarizados de Comunidad Virtual -la megatercerizada del grupo Veintitrés, donde acaban de elegir delegados- y de los mal llamados colaboradores, el eslabón más castigado de la injusta cadena de producción de los medios gráficos. También conseguimos la reinstalación de un delegado despedido de TN-Canal 13 y enfrentamos los reiterados intentos de despidos en Crónica, BAE y Perfil. Fueron logros de todos nosotros, los trabajadores de prensa, sin sectarismos y con unidad, aún a pesar de la política derrotista y desmovilizante de la dirección de la UTPBA.

Los medios de comunicación empresariales y públicos, sin embargo, continúan siendo el reino de la prepotencia patronal, el maltrato y la precarización. Con cada vez menos recursos y contra la voluntad vaciadora de empresarios inescrupulosos, los trabajadores de prensa ejercemos como podemos nuestras tareas e intentamos construir una comunicación al servicio del pueblo. Las condiciones de precarización atentan no sólo contra nuestro bolsillo sino contra la excelencia de nuestro oficio periodístico, que debe ser independiente de las presiones e intereses corporativos. No promovemos un periodismo objetivo o neutral, queremos un periodismo riguroso, comprometido con una sociedad más justa. Para esto es necesario luchar contra la precarización y contra la censura, la monopolización de la comunicación, en defensa de los reclamos de los medios alternativos, populares y comunitarios, para que se cumpla la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, no sólo en los artículos referidos al grupo Clarín sino también los que potencian a los medios no comerciales y de los pueblos originarios.

Así como cambió nuestra actitud, también cambiaron algunas cosas en el sindicato, haciendo que la crisis que atraviesa sea inocultable. Ya ni pueden maquillarse de falso progresismo, están completamente desacreditados entre los trabajadores concretos. Sin un solo delegado de base que la apoye en la prensa escrita, la dirección de la UTPBA terminó por partirse el año pasado y perdió al único sector que contaba con representatividad real en radios y canales de televisión, ya que los compañeros de la Interadial y de la Intercanal abandonaron los cargos que tenían en el sindicato, igual que la anterior secretaria gremial.


El motivo de la ruptura no es para nada anecdótico: la conducción no sólo se oponía a negociar paritarias sino que se negaba a convocar a elecciones de delegados en Clarín, lo cual quedó en evidencia la noche anterior a la votación, cuando el secretario de Acción Social, Raúl Barr, intentó aplazarlas "por un tiempo", como pedía la patronal de Héctor Magnetto. Si hubiera sido por la UTPBA, las históricas elecciones de Clarín podrían haber terminado en un fracaso y con un tendal de despedidos, como los 117 compañeros y compañeras que había dejado la razzia del año 2000.
 El sindicato es nuestro

Para seguir adelante en la conquista de nuevos derechos y resistir los intentos patronales de precarizar cada vez más nuestro trabajo, necesitamos deshacernos de esta conducción impotente que llevó a la semibancarrota a nuestra obra social y que abandona sistemáticamente las peleas del gremio. Decimos que son una dirección burocrática porque manejan el sindicato antidemocráticamente, de espaldas a los trabajadores y sin enfrentar a las patronales, sin preocuparse ni por nuestros salarios ni por la libertad de expresión amenazada por los grandes monopolios.

Das Neves jamás pisó el diario Crítica mientras estuvo ocupado por sus trabajadores en resistencia al vaciamiento. Fagale ni por asomos pisa una redacción; su rostro y nombre es prácticamente desconocido, tanto para los trabajadores de prensa como para la sociedad en general. No se puede cacarear contra la reaccionaria e imperialista Sociedad Interamericana de Prensa mientras no se lucha contra los empresarios que la componen en nuestro país.

Conscientes del desafío que esto representa, desde el Colectivo de Trabajadores de Prensa convocamos a todos los compañeros del gremio, a las agrupaciones, a las coordinadoras de delegados, a los activistas de todos los colores políticos y a los trabajadores de radios, diarios, revistas, canales, portales y agencias a iniciar un debate fraternal y desprejuiciado para construir una alternativa unitaria a una conducción sindical vieja y en crisis. Se trata de una alternativa que venimos llevando a la práctica en la lucha contra los despidos, por la libertad sindical, por el fin de la precarización y por un aumento salarial justo ante estas paritarias que tanto nos costó conseguir. El sindicato es nuestro, hay que ponerlo al servicio de las legítimas reivindicaciones de todos los trabajadores de prensa.


Colectivo de Trabajadores de Prensa

Buenos Aires, 5 de marzo

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