9 de abril de 2015

Medios alternativos: un nuevo y amplio sindicato para reconstruir el gremio real de los trabajadores de prensa

La construcción de un nuevo sindicato para los trabajadores de prensa es, sin dudas, uno de los desafíos más grandes que ha tenido nuestro gremio en las últimas décadas. Especialmente desde que la conducción de la Utpba se transformó en un grupúsculo sectario y aislado que resolvió apoderarse, por medio del fraude eterno, de la organización sindical de los trabajadores. La usurpación de la herramienta sindical implicó, en estos últimos diez años, darle la espalda a las nuevas generaciones de asalariados y eternizar el ninguneo sobre aquellos que suman varios intentos, durante décadas, para revertir y evitar un vaciamiento sindical inexplicable e injustificable. La tardía apertura de las paritarias de prensa no fue producto de un cambio en esa orientación siniestra. Fue el resultado de un masivo reclamo que los obligó a salir del estado de pausa permanente y enfrentar a uno de los conglomerados de empresarios más influyentes, arbitrarios y miserables del país. El negocio informativo que dibujan las empresas periodísticas, no corre para sí mismas, porque puertas adentro no respetan ninguno de los conceptos que construyen, comunican e instalan desde sus tapas y pantallas. Desde el salario, la inflación y las condiciones de trabajo, hasta el lavado, la evasión y los socios encubiertos.

Con semejantes patronales, con semejante crisis del periodismo, la construcción de un nuevo sindicato, y la reconstrucción del gremio, requiere una perspectiva realista, responsable y amplia. Pero por sobre todo, que reconozca las prácticas legítimas del trabajo de prensa e impulse soluciones concretas para albergar en su interior al gremio real de los trabajadores de prensa: a la gran mayoría de profesionales de la comunicación que están íntimamente atravesados por el ejercicio periodístico y que lo ejercen a diario, desde una redacción de trabajadores asalariados o de otra con trabajadores que desarrollan sus tareas en medios alternativos y que, a diario, son las fuentes confiables que las empresas periodísticas utilizan. No es un dato menor, porque son parte integrante del circuito informativo cotidiano: desde las noticias hasta su cobertura.

No basta con un decálogo de principios para formatear una definición del periodismo. Ni de los trabajadores de prensa. No basta con la definición clásica de las relaciones laborales para abordar la enorme crisis del gremio de prensa. No alcanza para reconstruir un sindicato en cada lugar donde la burocracia abandonó todo y a casi todos. Menos aún, cuando la ausencia de una decisión política para jerarquizar a los trabajadores de los medios alternativos, le sirvió a la burocracia para sostener el fraude eterno.

El periodismo no depende de un recibo de sueldo. La práctica profesional del periodismo menos, como tampoco depende de un título. La práctica del oficio periodístico es claramente acreditable para un sindicato. A 70 años de la promulgación del Estatuto del Periodista y a 40 de la firma de los convenios colectivos para los trabajadores de prensa escrita, radial y televisiva, la construcción de un nuevo sindicato debe estar basada en la defensa y el crecimiento de estas conquistas históricas, pero tiene que asumir las características del gremio golpeado que ha dejado la burocracia. En esa tarea, el papel de los medios alternativos es clave y el reconocimiento de sus trabajadores es una vieja deuda.

Para el Colectivo de Trabajadores de Prensa la decisión de construir una nueva herramienta sindical tiene que asumir las complejidades del gremio real de prensa y responder con una política concreta, amplia y fraterna que integre de la mejor forma posible a los trabajadores de los medios alternativos. El respeto a los trabajadores de prensa va más allá de las condiciones laborales, más cuando el gremio real viene de afrontar sucesivos golpes, cierres y despidos que han expulsado, lisa y llanamente, a generaciones de compañeros que tendrían que haber sido integrados por un sindicato, en vez de usarlos como poroto útil para el fraude.

Los cambiantes contornos del ejercicio periodístico y su identificable oficio cotidiano reclaman un nuevo sindicato creativo, abierto, amplio, integrador, responsable y preocupado por la constante generación de puestos de trabajo en una actividad dominada por patronales que repiten hace décadas que el negocio "no es rentable" y "está en caída" mientras cierran balances millonarios por diversificarse a partir de una utilización casi bursátil de la información. En medio de esa histórica tensión, que en otros momentos ha implicado complicidades criminales para el robo, la apropiación y la delación, hay miles de trabajadores que reclaman una respuesta. Que esperan de un nuevo sindicato una propuesta para afrontar la crisis permanente del oficio, la misma que los ha dejado casi sin trabajo, o que ha precarizado su tarea, o que implica un paso más dentro de la compleja construcción de un medio. La construcción de un nuevo sindicato debe valerse de claros principios pero también de prácticas concretas que aborden los problemas actuales del gremio real.

Por esa razón, el CTP llama al gremio real a reflexionar profundamente sobre estos nuevos desafíos en un año por demás complejo para sus trabajadores y los convoca a participar masivamente en la generación de esta herramienta. Su expresión debe sostener y consolidar la defensa de los trabajadores asalariados y el respeto irrestricto del estatuto y de los convenios, pero también tiene que abordar las complejidades de la relación de capital y trabajo en la práctica del oficio periodístico y en los desiguales escenarios del mercado informativo.

El gremio real de prensa tiene trabajadores asalariados, compañeros jubilados y comunicadores que ejercen el oficio periodístico en medios alternativos. Reconocer esa complejidad es clave para construir una nueva herramienta que asuma la responsabilidad histórica de reconstruir nuestro gremio. Sin los compañeros de los medios alternativos, esa tarea resultará incompleta.

Por la afiliación plena de los integrantes de medios alternativos en el nuevo sindicato.
Por un sindicato que represente a todos sus trabajadores.





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