Carta
de los 13 trabajadores despedidos de Perfil, leída en la asamblea de
hoy al resto de sus compañeros, ya que Fontevecchia no les permite
pasar los molinetes.
Compañeros,
Muchos
nos conocen a varios de nosotros, trabajamos juntos en un mismo piso,
nos cruzamos en los pasillos, nos miramos a los ojos en otras
asambleas, en otros conflictos, pero también lo hicimos en
celebraciones de fin de año, en cumpleaños de amigos en común, nos
abrazamos, nos dimos un beso, o simplemente hicimos una nota juntos o
charlamos buscando información en el archivo.
Ustedes
nos conocen y saben que no somos delincuentes como la empresa nos
quiere hacer creer. Ustedes lo saben porque son trabajadores igual
que nosotros y conocen tanto las miserias como las satisfacciones que
vivimos todos los días en esta profesión y en esta empresa. Hubo
tiempos de encuentros y de desencuentros, hubo tiempos de festejos,
pero también hay un tiempo que no es una sonrisa la que nos vuelve a
unir. Y ese tiempo vivimos hoy, desde hace tiempo ya. Desde que
cerraron el diario Libre en adelante, nos une una pelea por un
trabajo con derechos, un trabajo tranquilo, donde nadie sienta miedo
de levantar la mano en una asamblea, de expresarse en defensa de un
compañero, de ser el próximo en recibir un telegrama de despido.
En
esa estábamos el viernes 20 de diciembre en la planta de Barracas,
acompañando a otros compañeros que nunca antes cruzamos pero que
pronto vamos a cruzar, cuando la editorial termine de mudarse. En esa
estábamos también cuando intentamos defender a los 7 compañeros
que previamente habían sido enviados al fondo editorial, un área
que es un limbo laboral. Siete compañeros de los cuales uno era
miembro de la junta electoral, y por lo tanto tenía inmunidad legal.
En esa estábamos cuando luchamos contra los despidos de nuestros
compañeros fotógrafos, porque según la empresa ya no sirven más.
No sirven más porque para eso está internet o estamos nosotros, los
redactores, y algunas camaritas poquet.
Hoy
nos toca a nosotros, hoy somos 13, cinco de los cuales también están
en la junta electoral. Otra ilegalidad. Pero los delincuentes,
insiste la empresa, somos nosotros.
Mañana
será el turno de otros 10 fotógrafos. Y antes de la mudanza se
vienen otros 50 o 60 más de nosotros, los mismos que nos miramos a
los ojos en estos pasillos todavía. Y después? En qué condiciones
vamos a trabajar? Con quiénes? Quiénes se van a sentar en nuestros
lugares? Cómo vamos a encarar las paritarias?
Este
es un mensaje de los 13 despedidos de hoy, somos sus compañeros, y
no queremos irnos de nuestros puestos de trabajo. Estamos peleando
por ser reincorporados y para eso los necesitamos. Desde el lugar que
puedan, pero los necesitamos.
Hoy
el paro es fundamental porque estamos a la espera de una conciliación
obligatoria para poder ser reincorporados. Pero también hay otras
formas de apoyarnos entre todos.
Queremos
seguir trabajando, pero también queremos trabajar en paz.
Lamentamos
no poder decirles esto mirándonos a los ojos, porque la empresa no
nos permite entrar ni para ir al baño. El lugar para vernos es la
asamblea que hacemos a diario en el hall.
Los
convocamos también este viernes al acto que haremos en la puerta del
diario, a las 13. Para eso también es necesario convocar a toda la
gente que podamos. Amigos, colegas, personalidades de la cultura,
políticos, referentes de derechos humanos, etc. Su presencia o
adhesión es muy importante. Y de paso nos encontramos y nos volvemos
a mirar a los ojos.
Muchas gracias.
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