28 de septiembre de 2013

Hagamos oír la voz de Zavaleta: ni un pibe menos


Llamamiento a los trabajadores y trabajadoras de prensa sobre el “Control Popular de las Fuerzas de Seguridad”

Hagamos oír la voz de Zavaleta: ni un pibe menos


Desde este domingo se abre una nueva etapa en el barrio Zavaleta, donde la comunidad estará al servicio de la comunidad. Una etapa que reclama mayor atención y compromiso de los trabajadores de prensa. Dos semanas atrás nos enterábamos del asesinato de Kevin, un niño de nueve años, por una bala perdida de las más de cien que fueron disparadas durante un tiroteo. La Garganta Poderosa, una revista realizada por las asambleas de distintas villas, dio a conocer esta noticia en medio de su propio dolor, quebrados por haber perdido a un pibe, acompañando a Roxana, la mamá, en lo que hiciera falta. El hecho tuvo mucha repercusión en las redes sociales, pero casi nula en los grandes medios de comunicación. Y en los pocos lugares donde se dijo algo sobre el tema, se dijo mal o no se le dio continuidad informativa.

Después de esto, los vecinos y familiares de Kevin sólo recibieron burlas y hostigamientos por parte de efectivos de Gendarmería y Prefectura que forman parte del operativo Cinturón Sur y que en la mañana en la que mataron a Kevin liberaron la zona. Prueba de ello es que a esa misma hora había no menos de 15 efectivos en una garita a 120 metros de donde se disparó ese centenar de balas de pistolas, fusiles y ametralladoras Uzi. El lunes, en cambio, los gendarmes se movieron, aunque para realizar intimidaciones contra la revista, los vecinos y los miembros de la organización.

Por eso, la asamblea de La Poderosa en Zavaleta resolvió instalar una casilla de “Control Popular de las Fuerzas de Seguridad”. Allí habrá “vecinos sin gorra” sin ningún interés de interpelar a otros habitantes del barrio ni hacer jamás acusaciones entre vecinos. El único objetivo –el único- es evitar que los efectivos de seguridad realicen allanamientos sin una orden, armen causas o abusen de los pibes más desprotegidos. Por eso también sus únicas armas serán una cámara de fotos y una planilla para registrar los abusos. La comunidad de Zavaleta le dice basta a esos fantasmas de uniforme, que nunca tienen identificación, que siempre creen que pueden llevarse a todos por delante.

El Colectivo de Trabajadores de Prensa hace un llamado a los compañeros y colegas de los medios para que difundan lo que pasa en el barrio. En el CTP creemos en un periodismo al servicio del pueblo. Es muy importante, sin embargo, que la difusión sea responsable: ni siquiera en pos de difundir vale que se saque de contexto lo que digan los vecinos del lugar. Que nadie confunda ni busque eufemismos, las cosas como son: “Control popular de las fuerzas de seguridad”.

Pedimos a todos los trabajadores de prensa, a los compañeros y compañeras que nos leen, a quienes tienen un espacio en radio, en televisión, en diarios y revistas, que se hagan eco de esta información. Y que la sigan, como se sigue una noticia. Desde el CTP sacaremos informes periódicos desde el barrio cada vez que sea necesario. Y es necesario ahora. Ya nadie puede decir que no conoce el tema. La Poderosa está acompañada por el CELS, la PROCUVIN, organizaciones sociales y organismos de derechos humanos.

En el barrio hay una pared que mira hacia la plaza Kevin, una plaza que se llamaba Kevin por otro amiguito suyo que perdió la vida hace cuatro años por otra “bala perdida”. Pero ahora también está su foto y también es su plaza. Esa pared lo dice todo: “Ni un pibe menos”. Es un grito que sale desde las entrañas.


Acompañamos el comunicado de La Poderosa, que convoca este domingo a un festival en el barrio desde las 14.

AHORA EN ZAVALETA MANDA LA COMUNIDAD: "CONTROL POPULAR SOBRE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD"

Con toda la impotencia atragantada por el asesinato de Kevin y hartos de esperar inútilmente alguna respuesta real en relación al hostigamiento de Gendarmería y Prefectura, la asamblea poderosa de Zavaleta decidió poner en marcha un modelo de "Control Popular sobre las Fuerzas de Seguridad", sin ningún padrinazgo partidario, ni financiero. Desde el próximo domingo, una comisión de vecinos elegidos por otros vecinos y organizados en turnos rotativos controlará el accionar de los uniformados, con el fin de poder señalar sus irregularidades sistemáticas, en comunicación directa con el CELS, la fiscalía, la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin) y una red de periodistas comprometidos con la causa.

Ubicados en una casilla que construimos con nuestros propios lomos y ladrillos, frente a la Plaza Kevin, los "vecinos sin gorra" no tendrán como objetivo interpelar a otros habitantes del barrio, ni reemplazar a las Fuerzas de Seguridad, ni caer en la trampa de las acusaciones entre vecinos, sino exclusivamente registrar a los efectivos que intenten amedrentarnos sin identificación, armarnos causas o rompernos puertas sin órdenes de allanamiento, como así también denunciar los abusos de autoridad que resultan recurrentes sobre los pibes más desprotegidos.

A partir de las tremendas evidencias que se desprenden del caso Kevin, en relación a la connivencia de quienes deberían cuidarnos con los que administran los delitos desde afuera de nuestros barrios, elegimos no quedarnos en los meros reclamos, ni en las investigaciones del episodio aislado, sino vomitar una estrategia comunitaria que nos permita mantenernos a salvo de estos fantasmas con gorra y escopeta, que hasta el día de hoy se pasean por nuestros pasillos con la impunidad que les otorga el poder y ese chaleco sin nombre, por encima de la camisa que en teoría garantiza su gracia a la vista.

De este modo, no sólo intentaremos afrontar el miedo y las prácticas ilegales a las que permanentemente estamos sometidos los vecinos de las villas, por parte de la corrupción uniformada, sino también alumbrar la institucionalización de un método de participación ciudadana capaz de mejorar la seguridad en los barrios humildes, donde las muertes por violencia institucional ya ni siquiera hacen eco en los medios, ni en la política, ni en la Justicia. Y a su vez, aportaremos así nuestra mirada barrial a los expedientes judiciales que suelen ser una mera transcripción de las versiones policiales.

Acompañados por las escuelas de la comuna, el CELS, la Procuvin, numerosas organizaciones sociales y diversos organismos de Derechos Humanos, desde La Poderosa los invitamos este domingo 29 al gran festival que haremos los amigos y familiares de Kevin para presentar el único modo que encontramos de irnos a dormir con la tranquilidad de que no perderemos ningún otro pibe por la acción o inacción de las Fuerzas. Desde ya, hacemos cargo al Estado de su responsabilidad sobre la seguridad de todos nosotros, incluídos los vecinos y vecinas que oficiarán como reguladores de las instituciones que, por sí solas, no han querido o no han sabido regularse, para garantizar nuestros derechos. Con o sin ayuda, la fuerza de Kevin nos bastará para cambiar esta realidad: hay una comunidad al servicio de la comunidad.

A QUIENES QUIERAN PARTICIPAR DEL FESTIVAL, LOS ESPERAMOS EL DOMINGO A LAS 14, EN LA INTERSECCIÓN DE AMANCIO ALCORTA Y PERITO MORENO, PARA IR JUNTOS HASTA LA PLAZA KEVIN. GRACIAS POR EL APOYO, DE CORAZÓN.

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