19 de febrero de 2016

Contra el ajuste de Macri y las patronales de medios ¡es tiempo de luchar y organizarse!

Tras un verano durante el cual el macrismo empezó a desplegar su política de ajuste y represión, el gremio de prensa atraviesa el momento más complicado en años. El vaciamiento del Grupo Veintitrés, el atraso sistemático en el pago de sueldos y aguinaldos en Radio Rivadavia, 360 TV y Del Plata, los despidos y la censura en Infojus y la precarización en casi todos los demás medios son golpes duros para cientos de compañeros. Sin embargo, hay una buena noticia: desde las bases, con vocación unitaria y una mística que contagia, los trabajadores de prensa estamos dando batalla.

Quienes integramos el Colectivo de Trabajadoras y Trabajadores de Prensa (CTP) saludamos calurosamente a quienes se suman día a día desde todas las redacciones a organizar el nuevo Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA). E invitamos a todos los compañeros a la asamblea extraordinaria que se realiza este sábado 20/2 en el Auditorio de ATE, donde decidiremos juntos los próximos pasos de la pelea por nuestros empleos, salarios y conquistas.

Las redacciones de Tiempo Argentino, Radio América, Infonews, los zonales de El Argentino, 7días y Cielos Argentinos están haciendo una demostración de coraje y militancia ejemplares.  El Parque Centenario lleno, las marchas para escrachar a empresarios y reclamar a los funcionarios que intervengan y la edición del boletín “Por Más Tiempo” son acontecimientos que van a quedar grabados a fuego en la memoria colectiva del gremio. Los vaciadores (Sergio Szpolski, Matias Garfunkel y Mariano Martínez Rojas no lograrán zafar del escrache popular. Aunque el ex candidato a intendente de Tigre se recicle de la mano de Cristóbal López y el heredero de BGH finja demencia a través de Twitter, sus nombres van a quedar para siempre asociados al fraude laboral. El ministro Triaca ya entendió que tiene que tomar cartas en el asunto, porque el Gobierno también es responsable a partir de su pasividad ante las maniobras de vaciamiento de esta situación que afecta a 800 familias. No menos responsable es el anterior gobierno, que en seis años entregó 800 millones de pesos en pauta publicitaria a un vaciador serial como Szpolski a cambio de un apoyo editorial que no se tradujo en estabilidad para sus empleados.

Otro hecho importantísimo fue el repudio público que expresó la asamblea de La Nación al editorial pro-genocida que mereció rechazos en todo el país. Gracias a nuestra creciente organización sindical, los trabajadores de prensa logramos defender la libertad de expresión y aportar a la defensa de los derechos humanos.

Los empresarios de la comunicación están envalentonados. En la última década “se la llevaron en pala”, como decía Cristina Kirchner. Pero ahora pretenden llevársela en container, porque saben que Macri asimila como ellos libertad de prensa con libertad de empresa. La disparada inflacionaria golpeó los sueldos de todos los trabajadores del país y los más de 27 mil despidos en los distintos niveles del Estado apuntan a sembrar el terror para que lo aceptemos mansamente, mientras los oligopolios mediáticos siguen expandiendo sus verdaderos negocios: el petróleo, la agroindustria, el juego y las telecomunicaciones. Aunque compren empresas y se diversifiquen cada vez más, los patrones y gerentes que entienden la comunicación como un negocio y una plataforma para hacer lobby pretenden convencernos de que la modernización tecnológica conduce necesariamente a la multitarea con pérdida de puestos de trabajo. Son los mismos que nos consideran mano de obra descartable.

Para frenarlos tenemos que seguir construyendo el SiPreBA, participando en las marchas, asambleas, secretarías y comisiones internas. Necesitamos ser centenares de activistas sindicales si queremos torcerles el brazo a patronales de prensa acostumbradas a manipular la agenda y a precarizar nuestro maravilloso oficio periodístico. Como empezamos a hacerlo en todos los diarios, revistas, portales web, canales y radios, tenemos que conseguir que todos los medios tengan sus delegados y defiendan colectivamente sus derechos. El SiPreBA tiene la fuerza que tiene porque es la materialización de una idea que nos une: reconocernos como trabajadores y trabajadoras y, aun en el disenso, pelear juntos por nuestras reivindicaciones.

Como antes de otros gobiernos, el grupo Clarín obtuvo de Macri beneficios nada desdeñables en menos de un mes. De la mano del ascenso de personeros suyos como Oscar Aguad, Silvana Giudici y Carlos Rosenkrantz llegó la derogación por decreto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En esa misma línea se inscribe el obsceno acto de censura que implica borrar de la web el archivo de las notas y fotos realizadas por compañeras y compañeros de Infojus y el intento de estigmatizar a compañeros por sus ideas políticas.

Es tiempo de luchar y de organizarnos. En campaña el macrismo habló de poner fin a la censura, pero lo único que ha hecho es cebar a los grandes grupos empresarios que ahora lo blindan mediáticamente. También hablaron de un diálogo que en nada se condice con su política represiva. Por eso nos sumamos al reclamo por la libertad de Milagro Sala, el desprocesamiento de todos los luchadores populares y la derogación de la Ley Antiterrorista. Y repudiamos el nuevo “protocolo en manifestaciones públicas” que lanzó Patricia Bullrich. Como gremio, el tema nos involucra muy de cerca por dos motivos: porque somos trabajadores que vamos a expresar nuestros reclamos con masividad y contundencia en las calles, y porque la decisión de dar vía libre a las fuerzas de seguridad para reprimir impunemente incluye la pretensión de encerrarnos en un corralito y aislarnos para impedir coberturas que dañen la imagen del gobierno. Para que no nos censuren y para que esté garantizada la libertad de expresión es imprescindible que alcemos nuestra voz contra ese protocolo diseñado para criminalizar la protesta social.

Creemos que el nacimiento del SiPreBA es un gran logro, del cual el CTP se enorgullece, y que tenemos que seguir fortaleciéndolo. Por eso proponemos:

-Ampliar la participación, con independencia de clase. Tenemos que ser cientos en las asambleas, en las secretarías y en la militancia cotidiana del Sindicato. De abajo hacia arriba, con mandatos claros y plena democracia interna, dejando de lado diferencias partidarias o de ideas políticas en pos de lo que nos une y sin caer en la trampa de convertirnos en soldados de guerras entre patrones.

-Unirnos en una misma lucha y en una misma organización con todos los trabajadores y trabajadoras de prensa del país. El SiPreBA tiene que articular cada vez más con la FATPREN, el CisPren, el Sindicato de Prensa de Rosario y todos los sindicatos del país que quieran enfrentar a las patronales y reclamarle el Estado por nuestros derechos.

-Profundizar la pelea por un periodismo al servicio del pueblo y por contenidos a favor de los intereses de las y los trabajadores. Porque no nos resulta indiferente que los medios donde trabajamos utilicen su poder para atacar los derechos humanos, empobrecer a las masas o imponer supuestos “consensos” contra las mayorías.

-Avanzar en la coordinación y el trabajo conjunto con los medios comunitarios, alternativos, populares, autogestivos y cooperativos. La pelea por el derecho a la comunicación y en contra de los monopolios nos une en la misma trinchera. Tenemos que encontrar los caminos para potenciar esta unidad.

-Movilizarnos el próximo 24 de febrero, como parte de la jornada de lucha a la que convoca ATE. Para exigirle a Macri que pare la mano con los despidos, la censura y la represión.

¡Afiliate al SiPreBA! ¡Viva la lucha del pueblo trabajador!



Colectivo de Trabajadores y Trabajadoras de Prensa (CTP)
Twitter: @lasredacciones
Correo: colectivodeprensa@gmail.com


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