Efectivos
de la Policía Federal realizaron el miércoles a mañana un peritaje balístico en
la zona del tiroteo. Pero luego de que se retiraran, cerca del mediodía,
volvieron a silbar las balas en el barrio. Esta vez se escucharon al menos
cinco disparos, que, según los vecinos, eran de bajo calibre. La balacera se
produjo en la manzana 55, donde desemboca la tira 7, a cien metros de la plaza
Kevin. El equipo de vecinos de La Poderosa, que ejerce el “Control Popular de
las Fuerzas de Seguridad”, llamó al 0800 555 5065 para dar conocimiento al
Ministerio de Seguridad. La denuncia quedó radicada con el número 15637/13 y
señala:
1. Que
los gendarmes que custodiaban la casa de Kevin Molina, el niño de 9 años
asesinado el 7 de septiembre, dejaron de hacerlo.
2. Que
los gendarmes que debían controlar la plaza Kevin estaban mirando hacia otro
lado, pese a que tenían orden de observar la manzana 55.
3. Que no
hubo, después del primer tiroteo, una consigna permanente en el lugar.
A las
14.55 los tiros sonaron cerca de la intersección de las calles Zavaleta y
Kevin. Brian Jara Gutiérrez, de dos años, iba en el cochecito que empujaba su
madre. La mujer, al escuchar a su hijo llorar, le levantó la remera y descubrió
que tenía sangre en el abdomen. El niño fue trasladado en el auto de un vecino
al hospital Penna, donde le practicaron una tomografía computada. Luego fue
derivado a hospital Pedro Elizalde (ex Casa Cuna). Brian fue intervenido
quirúrgicamente y se encuentra estable. Otro hombre, de entre 20 y 30 años,
recibió un balazo, también en el abdomen, y fue trasladado al hospital Penna.
Desde La
Garganta Poderosa advirtieron que esto volvería a pasar desde el 7 de
septiembre. Y que antes, durante y después de las elecciones intentaron evitar
manipulaciones y solamente pidieron paz bajo la consigna: “Ni un pibe menos, ni
una bala más”. También señalaron que esta realidad no nació en diciembre, ni
brotó con los saqueos, sino que es la dinámica cotidiana que impone la
complicidad de los jefes narcos, que no viven en el barrio, con los jefes de
las Fuerzas que tampoco residen allí. “Consideramos responsables y cómplices a
todos los funcionarios y medios de comunicación que deliberadamente callaron
esta situación”, señalaron desde La Poderosa en un comunicado. También que no
les consta que haya disparado Gendarmería ni Prefectura. “Sólo nos consta que
los muertos y heridos en Zavaleta siempre son vecinos del barrio, que no tenían
un carajo que ver”, agregó el comunicado, donde se responsabilizó al Estado por
cualquier consecuencia que pueda sufrir cualquiera de los vecinos que
participan del "Control Popular a las Fuerzas de Seguridad".
Desde el
Colectivo de Trabajadores de Prensa convocamos a los compañeros de los medios a
hacerse eco de estas denuncias, registrar lo que sucede en el barrio Zavaleta
y, junto a La Garganta Poderosa, decimos: “¡Ni un pibe menos, ni una bala más!”
Para
contactarse con los vecinos de Zavaleta, pueden enviar un correo electrónico a lagargantapoderosa@gmail.com
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