Nicolás Wiñazki |
Exigimos al gobierno y a las fuerzas de seguridad que garanticen el derecho constitucional a la libre expresión, que ejercemos lxs trabajadorxs y no las empresas dueñas de los medios de comunicación, del mismo modo que somos nosotros quienes garantizamos a la sociedad el derecho a la información fidedigna, aún cuando los empresarios del rubro no le den importancia.
Como trabajadores y trabajadoras de prensa organizados insistimos una vez más en que nuestra tarea no debe confundirse con los intereses de las patronales que aprovechan sus vínculos con tal o cual gobierno para beneficiarse y usan a sus empleados como escudo humano, para desecharlos -muchas veces sin siquiera indemnizarlos- cuando dejan de usufructuar esos vínculos. Llamamos a las fuerzas políticas a rechazar también este tipo de agresiones físicas u otras de cualquier tipo contra los trabajadorxs, injustificables en una democracia que se precie de tal.
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