3 de octubre de 2013

Más que nunca digamos desde los medios: “Ni una bala más, ni un pibe menos”

Anoche efectivos de Gendarmería realizaron disparos en la Plaza Kevin del barrio de Zavaleta. Justo en la Plaza Kevin. Perseguían una moto pero no había ningún tiroteo. Igual dispararon. Lo hicieron a unos metros de la casilla de “Control Popular sobre las Fuerzas de Seguridad” que dispusieron desde el domingo pasado los vecinos reunidos en las asambleas de La Poderosa para que no haya más abusos de uniforme. Como en el barrio no existen las casualidades, lo de anoche se entiende clarito como un intento de amedrentamiento a los vecinos organizados.

Cuando anunciaron el lanzamiento del Control Popular de las Fuerzas de Seguridad, desde Zavaleta señalaron que hacían responsable de lo que sucediera al Estado. Quizá no se imaginaron que tres días después, miembros de Gendarmería usarían sus armas a metros de donde fue asesinado el niño de 9 años el 7 de septiembre. Los disparos en la Plaza Kevin intentan imponer el terror entre la gente del lugar. La actuación de los gendarmes sólo puede entenderse como parte del hostigamiento y persecución a las que son sometidos los vecinos. El responsable del operativo Cinturón Sur es el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien tiene que responder por el accionar de las fuerzas que custodian el barrio.
Foto: Facebook La Garganta Poderosa

Hace unos días invitamos a los trabajadores y las trabajadoras de prensa a que hagan oír la voz de Zavaleta, el barrio en el que mataron a Kevin, en medio de un tiroteo, y en donde continúa el acoso sobre los vecinos. Ahora queremos repetir ese llamado con más fuerza. Todos tienen que saber que los vecinos de Zavaleta le ponen el cuerpo a una pelea durísima para que no haya ni una bala más ni un pibe menos.

Acompañamos el comunicado de La Garganta Poderosa y un video donde muestran cómo la Gendarmería abandonó el lugar después de los disparos:

 Colectivo de Trabajadores de Prensa



 Por favor, difundan esto que acaba de pasar en Zavaleta:






Persiguiendo a una moto sin que haya habido ningún tiroteo ni ninguna situación que lo ameritaba, efectivos de Gendarmería dispararon balas de fuego en la Plaza Kevin. Tenemos un cartucho de escopeta a tres metros de la casilla de “Control Popular sobre las Fuerzas de Seguridad”, y una bala en la puerta de la redacción de La Garganta.

Cuando salimos todos a la calle para poner el cuerpo por nuestros pibes, y para fotografiar a los Gendarmes que abrieron el fuego, el grupo completo que estaba signado para custodiar la Plaza Kevin, huyó de las cámaras para no quedar escrachado.

Minutos después se hicieron presentes hombres de Prefectura, que ahora deberán ser nuestros testigos sobre el accionar de Gendarmería. Desde que lanzaron los disparos, estamos parados sobre las balas para que la Justicia tome nota de la situación, sin que pueda fraguarla como lo hace en general.

Somos muchos los vecinos impotentes y los pibitos que lloran del miedo adentro de nuestras casas. Estas mismas Fuerzas que nunca pusieron el cuerpo cuando hizo falta, ahora lo ponen para amedrentarnos a quienes decidimos regularlas.

No tenemos miedo, ni a sus armas ni a la exposición, porque tomamos una decisión que no tiene vuelta atrás: ¡Ni un pibe menos, ni una bala más!

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